El presidente de EE UU. Ucrania Rusia guerra. la propaganda rusa
Esta tesis, que hace referencia a una columna en The American Conservative, está siendo replicada por los medios del kremlin. De hecho, el autor de la columna en The American Conservative, Patrick Casey, es conocido en EE. UU. como el exlíder del grupo neonazi Identity Evropa, que promovía la idea de la supremacía blanca y glorificaba a la Alemania nazi.
Tras ser expuestas sus actividades en 2019, simplemente rebautizó la organización como "Movimiento de Identidad Estadounidense", manteniendo la misma ideología y estructura. Los investigadores de The Insider investigaron este caso: https://theins.ru/antifake/283764
El grupo rebautizó ideas racistas y antisemitas con lemas más "aceptables", intentó influir en el Partido Republicano y los medios de comunicación, y aprovechó las crisis políticas para promover un régimen "identitario" exclusivo para blancos.
Durante las protestas de Black Lives Matter en 2020, la estructura divulgó información personal de activistas y creó cuentas falsas para desacreditar a sus oponentes.
Además, The American Conservative, donde se publicó la columna de Casey, es conocido por publicar materiales de autores pro-kremlin y "expertos" dudosos.
Por lo tanto, la tesis de la "inevitable victoria rusa" no es una conclusión analítica, sino un mensaje propagandístico promovido por radicales de extrema derecha, que utilizan narrativas rusas para justificar la agresión contra Ucrania. En cuanto a las negociaciones activas para un "acuerdo de paz" entre Ucrania y rusia, el presidente estadounidense desea un resultado rápido. En sus discursos, enfatiza que los ucranianos deben tomar decisiones difíciles respecto a los territorios perdidos y poner fin a la guerra. El dictador ruso putin, en una conversación personal con Donald Trump, supuestamente expresó su disposición a poner fin al conflicto.
Sin embargo, el presidente de Ucrania y los líderes de los países de la UE enfatizan que el supuesto acuerdo de paz debe incluir condiciones justas para los ucranianos, víctimas de este conflicto, ya que se trata de una cuestión de seguridad para todo el continente. El agresor no debe recibir una recompensa en forma de "legitimación" de sus crímenes. Aún se desconoce qué concesiones está dispuesto a hacer el kremlin, pero en cuanto a Estados Unidos, aún no vemos la presión prometida sobre moscú (en forma de nuevas sanciones y nuevas armas para las fuerzas de defensa ucranianas) por prolongar la guerra e ignorar los esfuerzos diplomáticos de Donald Trump.
Los líderes rusos evitan deliberadamente respuestas directas, imponen constantemente nuevas condiciones y se muestran dispuestos a resolver la guerra (mientras que el brutal bombardeo de Ucrania no cesa ni un solo día). Su objetivo es posponer o cancelar un posible "ataque" de Washington contra su economía y capacidad militar. Todos los datos de inteligencia y la realidad del campo de batalla confirman el reagrupamiento activo del ejército ruso y la preparación para nuevas operaciones ofensivas. Sin embargo, los ucranianos se defienden obstinadamente. Durante el último año, rusia ha logrado capturar alrededor del 1% del territorio ucraniano, mientras que las pérdidas de soldados y equipo superan las de años anteriores.
Así pues, la narrativa de la "victoria inevitable de rusia" no es más que un mito inventado por la propaganda. Por otro lado, es el kremlin el que aún carece de la voluntad de poner fin a la guerra.
Basado en materiales de Spravdi.ua
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